l e v i t i c a

En colaboración con Franccesca Degoas

En esta fuente de agua constituida por botellas de plástico surge una energía especial, una energía residual, que hace que el fluir del agua tome un carácter mágico desde lo que pareciera ser un error. Una energía que nos permite cuestionarnos acerca de lo residual, como material, en el arte y qué energía tienen estos desechos presentados como escultura, que nos hacen percibir entre otras cosas la ilusión de levitación, del control absoluto del agua.

LEVITICA consta de una acumulación de botellas de plástico de 1,5 m de alto, 2 m de ancho y 1,5m de largo, aunque estas medidas pueden ser variables de acuerdo al montaje. En su interior circula agua de diferentes maneras, recolectada por una bomba en un ciclo cerrado. Algunas botellas acumulan agua y otras la vierten. En el centro de la acumulación dos bidones intercambian un chorro de agua de manera extraña, aquí se produce algo anormal, un error. Es posible observar  como en ciertos momentos el chorro de agua se transforma en una serie de gotas que parecen flotar en el aire, el agua parece cambiar su dirección, venciendo la fuerza de la gravedad. Esto se genera gracias al efecto óptico generado por una luz estroboscópica a la misma frecuencia emitida por un parlante que hace contacto con el chorro de agua.